La llegada de mi perra Canela se gestó porque quedamos solos, los hijos ya se habían ido y la única nieta que estaba cerca se fue a vivir al sur.
Ella quería tener un perro y a mi se me ocurrió que a lo mejor una mascota nos acompañaría y de paso nos ayudaría a solucionar un problema práctico que más adelante les contaré, porque ahora quiero que me acompañen a explorar este sentimiento de soledad y falta de perspectiva de futuro, que a veces nos llega a estas alturas, en la adultez mayor.
Por qué no temer al “nido vacío”
Ya no tenemos que criar hijos y si los nietos están lejos… ¿qué nos queda por hacer? Esperamos que mágicamente se nos abran caminos y a veces eso no sucede, pero… “caminante no hay camino, se hace camino al andar”.
Por eso quiero contarles cómo encontré un camino, un propósito y un quehacer que hoy, puedo decir con seguridad, me llena de satisfacción.
Disfrutar de la amistad y asociatividad
Hace muchos años que nos reunimos frecuentemente un grupo de amigas, para ser exactos, desde hace más de 35 años. La mayoría nos conocemos de casi toda la vida y desde chicas pensábamos que cuando fuéramos grandes haríamos un grupo de “tercera edad” y eso lo logramos concretar hace ya cuatro años.
Lo creamos invitando también a más gente parecida a nosotros, que quisieran pasarlo bien y disfrutar de la vida, precisamente por eso se llama “Gracias a la Vida”. Ahora yo soy presidenta de ese grupo, porque ya cumplí la edad para serlo, y además soy Vicepresidenta de la Rama Femenina del Club Deportivo Concon National, el segundo club más antiguo del país.
Disfrutar de actividades y desafíos
Esta nueva etapa se me abrió el apetito a la exploración de todas las oportunidades disponibles para nuestro grupo etario. Entonces tomé contacto con todas las instituciones que ofrecen actividades para personas mayores y me metí a los talleres más variados; desde modelaje, pasando por baile (salsa), hasta ser una bloguera madurecente a través de Pensar Sin Edad. También asisto a un taller de la voz en Gerópolis UV.
¡No te desanimes!
Con esto les quiero decir que la vida no se termina a esta edad, si no que una nueva etapa comienza, con mayor libertad y con grandes satisfacciones, porque ahora se espera menos de los demás y se disfruta más plenamente.
*Este artículo fue financiado por el Ministerio Secretaría General de Gobierno a través del Fondo de Fomento de los Medios de Comunicación Social 2018.