Les cuento que un día cualquiera, encontré un pequeño artículo de Elena Caffarena, Investigué sobre ella y lo primero que encontré fue su gran trayectoria: abogada de muy jovencita y se dedicó a trabajar por la clase obrera y por la igualdad para la mujer. Es por eso que decidí con mucho ternura escribirle este poema con la intención de hacérselo llegar, nunca pude, hoy lo regalo a ustedes con la certeza de que donde esté, estará feliz de verlo.
“A Elenita con cariño”
Gran emoción causó en mí, el saber de tu existencia, sembradora de otros tiempos, tus semillas hablan hoy teniendo plena certeza que cuando tu caminabas las espigas de los campos se inclinaban a tu paso.
Cuántas calles de principio a fin
tus zapatos caminaron
con tu espíritu valiente defendiendo los derechos de tantas y tantas mujeres
que tu ejemplo continuaron.
¿Te imaginaste algún día, mi querida doña Elena que la semilla sembrada caería en tierra buena? Hoy quiero decirte, que aunque han pasado los años, siempre en mi corazón tu ejemplo estará presente.
Y aunque sea una quimera
con mucho amor yo deseo
que el ocaso de tu vida
se transforme en primavera.
¡¡Elenita, donde estés, sé que te sentirás feliz, porque muchas mujeres aún sin conocerte siguieron y siguen tu ejemplo!!
ALMA- Febrero 1983